sábado, 9 de enero de 2010

Después de la lluvia


Después de la lluvia, las nubes se posan como delicadas mantas en los cerros. (Delicadas mantas es una expresión bien trillada. Podríamos ensayar otras: etéreas sábanas [humm], vaporosos tules [en tono modernista], suspiros níveos [bien huachafo]).
En fin, puede ser el escenario de un cuento de carretera. De huida. Un triler al estilo oeste estadounidense de los 90 ó 2000. Pienso en "Sin lugar para los viejos", por ejemplo. Pero no es EE.UU., es Lurín. El puente donde la antigua carretera Panamericana Sur cruza sobre la nueva y se acerca a las playas, y conduce al frecuentado km. 43 de Sarita y tantas discotecas de estación. Pero regresemos a la foto. Imaginemos que hacemos un acercamiento continuo y que finalmente nos internamos en la niebla que reposa sobre esos cerros. Imaginemos ese ambiente umbroso, fresco, húmedo. En él hay una cabaña. Una cabaña a lo peruano; es decir, un cuarto de ladrillos puestos unos sobre otros, sin cemento, con las ventanas cubiertas de plásticos de colores, y una cortinilla, también de plástico como puerta. El techo es una calamina sujeta con una hilera de piedras que corona los muros. El entorno es barroso. Hay un lavadero al costado del cuarto. Es de cemento y del caño sale un delgado hilillo de agua. Al otro costado hay un terreno cercado con palos de eucalipto y algunos alambres. Resguarda un cerro de cartones, latas, llantas, plásticos...  En el cuarto vive toda una familia de seis. Se dedican a reciclar lo que recojan. Los plásticos son, por el momento, lo más rentable. La madre trata de poner algo en la olla cada día y, cuando no es época de clases, los dos mayores (hombre y mujer) clasifican y separen en pilas ordenadas los desechos del depósito. Cuando empiezan las clases, ya sólo la ayudan en las tardes y gran parte de la tarea la tiene que hacer ella misma. Su vida transcurre entre esa habitación y ese depósito (y el lavadero que está en el camino). Entre la olla, el lavadero y los desechos. En algún resquicio de esos tres hitos se encuentra con su esposo y sus hijos. Y es así desde hace años. Y será así por los años que le quedan. Pero todo esto, está debajo de esa niebla. Lejos, desde el puente (casi estadounidense), no se ve nada.

viernes, 8 de enero de 2010

Gaviotas


Las gaviotas son "vals del equilibrio, cadencia increíble, llamada en el hombro" según Silvio Rodríguez. Pero también son animales apestosos, inoportunos, chillones, cagones. Acabo de limpiar mis ventanas a costa de mi espalda y ya pasó una con diarrea recordándome que la costa es suya, sólo suya. Que el intruso soy yo.