viernes, 19 de agosto de 2011

Apocalipsis S.A.

"El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego."
Apocalipsis, 16.8

Hace unas semanas viajé a Huancayo gracias a una amable invitación para celebrar un matrimonio. Debía subir a Huancayo el viernes por la tarde y regresar el domingo, listo para el gris lunes de trabajo.  Ya había tenido noticias de que la Carretera Central no era precisamente una carretera, pues la cantidad de tráfico que soporta esta importante vía había sobrepasado su capacidad hacía más de diez años; pero nunca pensé que la cantidad de vehículos fuera similar a la de la avenida Abancay en hora punta.
Los vehículos se movían como una gigantesca serpiente que se enrolla lentamente sobre sí misma en ese interminable zigzag que raya los Andes. En muchas ocasiones había que detenerse para dar paso a que algún trailer invadiera nuestro carril para que pudiera dar la vuelta sin tener que retroceder.
No es difícil entender la cantidad de accidentes que se registran en esa vía luego de conducir por ella. Pero lo que nunca hubiera imaginado es que una situación lamentable de tanto riesgo se incorporara a la vida cotidiana.
Digamos que si uno tiene una compañía de transportes que hace viajes Lima - Huancayo lo lógico sería buscar para la empresa un nombre neutro o, mejor aún, uno que transmita sensación de seguridad, de responsabilidad. Pero no. Ese sentido común, no funciona. Hay una empresa de transportes que hace la ruta y se llama, quizá premonitoriamente, nada más y nada menos que "Apocalipsis". Abajo del nombre de la empresa, como para calmar angustias, hay un dibujo muy parecido a la paloma de la paz de Picasso. ¿Luego del apocalipsis del viaje, descansamos en paz? Cuando vi el ómnibus exhibiendo el nombre y el dibujo, no lo pude creer. Pensé que algún afiebrado escritor realista mágico había obliterado la realidad y no pude dejar de tomarle una apurada foto, con riesgo de engrosar las exactas noticias que registran los innumerables accidentes viales que desbordan los periódicos. Casi me daban ganas de bajar y agregar "ahora", y parafrasear así esa excelente película de Coppola y provocar las iras celestiales del cuarto ángel, y hacer honor a la paz de la paloma...